REPRODUCCIÓN DE LAS PLANTAS
Las plantas se pueden
reproducir de varias formas:
Reproducción asexual o
vegetativa
Se presenta cuando se forma una
nueva planta a partir de células paternas, sin que exista fecundación. Esto se
logra a partir de un pequeño trozo de la planta: puede ser por medio de gajos o
‘piecitos’, estacas o esquejes, que se cortan y se siembran para que enraícen
(echen raíz) y den lugar a la nueva planta, así se siembra la yuca y muchas
plantas de jardín; o a partir de la siembra de un tubérculo, como la papa; de
un colino, como el plátano; de una cepa, como la arracacha; de un bulbo, como
la cebolla; de un estolón, como la fresa, o partiendo de un acodo, como la
mora.
Reproducción sexual
La reproducción sexual se produce
cuando una flor es polinizada, es decir, que los granos de polen o células
masculinas que se encuentran en los estambres, fecundan los óvulos o células
femeninas que están dentro del ovario; a partir de ese momento, se forman las
semillas y se empieza a formar un embrión en cada una de ellas; el ovario
madura, se ensancha y se transforma en fruto. Luego, cuando la semilla entra en
contacto con la humedad y la temperatura del suelo, germina y se empieza a
desarrollar una nueva planta.
¿Cómo ocurre la
polinización?
Para las plantas, el hecho de
estar sujetas al piso representa un serio problema para reproducirse. Para
compensar su quietud, cada planta y, en especial, la flor, ha desarrollado
mecanismos diferentes para asegurar su polinización. Para que se formen las
semillas y los frutos, es necesario que ocurra la polinización, es decir, que
pase polen de los estambres de una flor, al estigma de otra flor de la misma
especie y la fecunden.
Resolver
Resolver
Algunas plantas como el maíz son
polinizadas por el viento. Otras, en cambio, han desarrollado variedad de
colores, formas, tamaños y aromas en sus flores, para atraer a unos visitantes
muy especiales, los polinizadores, encargados de transportar el polen hasta
otra flor y fecundarla. Algunas flores son visitadas por insectos, como abejas,
mariposas, cucarrones, avispas, mosquitas; por aves mieleras, como los
colibríes o chupaflores; o por pequeños mamíferos, como los murciélagos, que
van en busca del néctar (jugo azucarado) o del polen. Cuando estos pequeños
visitantes se posan en la flor, el polen de los estambres se adhiere a su
cuerpo; el visitante, llamado polinizador, vuela hasta otra flor y allí algunos
de los pequeños granos de polen que llevaba adheridos a su cuerpo caen o se
adhieren al estigma de esta flor y la fecundan; en este momento, ocurre un
‘milagro’, se empiezan a formar las semillas y el fruto.
Muchas plantas tienen flores
hermafroditas, porque tienen estambres (parte masculina) y pistilos (parte
femenina). Sin embargo, hay flores que sólo tienen estambres, y reciben el
nombre de flores masculinas, y otras que sólo tienen pistilos y se conocen como
flores femeninas.
En una misma planta puede haber
flores masculinas y flores femeninas, o sólo flores masculinas o sólo flores
femeninas. En los papayos, por ejemplo, hay árboles que tienen flores
hermafroditas, otros que sólo tienen flores masculinas y, por consiguiente, no
producen frutos, y otros que sólo tienen flores femeninas y necesitan que les
llegue el polen de otros árboles que tienen flores masculinas.
Sin embargo, los mecanismos de
polinización son muy complejos: los aguacates y muchas otras plantas necesitan
polinización cruzada porque sus flores no pueden ser polinizadas por el polen
de la misma flor (autofecundación). Para evitar que esto suceda, las flores
femeninas se abren a determinadas horas y las masculinas a horas diferentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario